Una bomba de calor es un medio perfecto para sustituir los aparatos de calefacción tradicionales. Estas bombas son capaces de llevar el calor del aire exterior a su casa aunque el tiempo sea gélido. La eficacia de la bomba de calor puede disminuir cuando baja la temperatura exterior, lo que aumenta el consumo de energía y los costes. El Departamento de Energía de EE.UU. ha descubierto que las bombas de calor proporcionan hasta tres veces más calor que la energía eléctrica que consumen, lo que las hace más baratas para muchos propietarios. Para que su bomba de calor funcione de forma óptima en invierno, es importante saber cómo funciona y qué influye en su rendimiento. Si las temperaturas exteriores descienden por debajo de 4,4 °C o 40 °F, en ocasiones las bombas de calor son incapaces de captar suficiente calor del aire extremadamente frío, lo que hace que sus sistemas trabajen en exceso y, por tanto, consuman más energía. A veces, algunas de estas unidades contienen calefactores adicionales que complementan el calor cuando los primeros son muy necesarios en tales situaciones, permitiendo así que las instalaciones permanezcan confortables incluso durante los días más fríos del planeta.
Durante el invierno, la eficiencia de su bomba de calor puede verse afectada por algunos factores como la edad y el estado del equipo utilizado, la calidad del aislamiento de su casa y también los ajustes del termostato. Las versiones más antiguas de estos aparatos tienden a no ser tan eficientes energéticamente como los modelos más nuevos que son altamente eficientes, como los que tienen la etiqueta Energy Star. Un aislamiento inadecuado y las fugas de aire también pueden hacer que su bomba de calor trabaje más de lo necesario, lo que puede aumentar su consumo de energía y provocar facturas elevadas. Otro factor es la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de las viviendas, que afecta en gran medida al rendimiento de las bombas de calor. Esto significa que cuanto mayor sea el espacio entre la temperatura interior deseada y la exterior, más energía eléctrica consumirá este dispositivo para mantenerle cómodo durante todo el día. Todos estos conocimientos le permitirán optimizar el rendimiento de su bomba de calor, garantizando así que le mantenga caliente durante el invierno y, al mismo tiempo, consumiendo el mínimo de electricidad.
El punto de ajuste óptimo de eficiencia energética recomendado por el programa Energy Star de la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. es de 20 °C (68 °F) para los meses de invierno. Este ajuste ayuda a evitar un consumo de energía extremo sin comprometer el confort de su hogar, lo que se traduce en una reducción de los costes de calefacción. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la temperatura ideal puede variar en función de factores como el aislamiento de la casa, el clima exterior y las preferencias personales. Algunos propietarios considerarán que 20 °C (68 °F) son demasiado fríos y preferirán temperaturas ligeramente más altas, mientras que otros apreciarán temperaturas aún más bajas para ahorrar más energía. Juegue con distintas temperaturas para determinar cuál es la más adecuada para su familia y su casa.
Durante el invierno, es importante encontrar un equilibrio entre el confort y el ahorro de energía para obtener la máxima eficiencia de la bomba de calor. Sin embargo, debe tener en cuenta que necesita asegurarse de que vive en un ambiente confortable. Una de las cosas que pueden ayudarle a conseguirlo es utilizar un termostato programable o inteligente que permita diferentes temperaturas en diferentes momentos del día. Por ejemplo, puedes poner el termostato a una temperatura baja cuando estés fuera de casa o durmiendo y luego subirla cuando vuelvas a casa despierto para estar más cómodo. Esta medida le permitirá ahorrar electricidad sin sacrificar el confort, asegurándose de que el rendimiento de su bomba de calor sea máximo durante todo el año.
Para aumentar la eficiencia de la bomba de calor y reducir el consumo de energía, puede modificar los ajustes del termostato en las horas en que se necesita menos calefacción, por ejemplo, por la noche o cuando no está en casa. Por ejemplo, un ajuste de 3,9-5,6 °C (7-10 °F) durante ocho horas al día puede ahorrar hasta 10% en coste energético anual según las directrices del Departamento de Energía de EE.UU. Por ejemplo, en lugar de mantener el termostato a 20 °C (68 °F) durante el día, puede bajarlo a 15,6-16,1 °C (60-61 °F) mientras duerme o sale, lo que puede ayudar a regular la temperatura interna y mejorar la calidad del sueño. Esto se debe a que este rango de temperatura se considera a menudo como la mejor temperatura para la calefacción en invierno por la noche, ya que permite a la bomba de calor mantener una habitación confortable con un menor consumo de energía. Despertarse por la mañana y volver después del trabajo será más fácil si sólo vuelve a sus niveles normales de calor.
La humedad desempeña un papel importante tanto en el rendimiento de una bomba de calor como en nuestra comodidad durante el invierno. El aire seco suele acompañar a los meses más fríos, lo que provoca problemas como sequedad de la piel, electricidad estática y sinusitis irritada, entre otros, que pueden afectar a la salud de las personas que se encuentran a gran distancia de sus hogares. Además, los bajos niveles de humedad pueden hacer que se sienta frío incluso cuando hace calor, lo que requiere grados más altos en el termostato y, por tanto, un mayor consumo de energía.La humedad relativa preferida para la temporada de invierno oscila entre 30% -40%, lo que ayudará a que nuestros hogares se sientan más cálidos cuando ajustamos los termostatos más bajos. Al mantener los niveles de humedad adecuados, se alivia la tensión en el sistema de calefacción, haciéndolo más eficiente y proporcionando mejores condiciones de vida para sus ocupantes.
Hora del día / Estado de ocupación | Ajuste recomendado del termostato | Ahorro potencial de energía |
De día (en casa) | 20°C (68°F) | Línea de base |
Diurno (fuera) | 18°C (65°F) | 3-6% |
Noche (dormir) | 62-65°F (17-18°C) | 6-12% |
Vacaciones (ausencia prolongada) | 55-60°F (13-16°C) | 10-20% |
Con el termostato de su bomba de calor, se puede ahorrar mucha energía haciendo cambios sencillos. Como he dicho antes, bajar la temperatura del termostato entre 3,9 y 5,6 °C (7-10 °F) durante 8 horas al día puede suponer una reducción de 10% en el gasto anual en calefacción y refrigeración. Esto significa que incluso los ajustes más pequeños, como reducir la temperatura del termostato a sólo 0,6 °C, pueden cambiar notablemente la cantidad de energía que consumes y, por tanto, la factura energética a final de mes. Si quiere conseguir el mayor ahorro energético posible, quizá lo mejor sea que reduzca lentamente los ajustes del termostato para que su cuerpo tenga tiempo de adaptarse a temperaturas más bajas. Para aclarar cualquier duda sobre cómo proceder, podemos decir: empiece por bajarlo un grado Fahrenheit o Celsius cada semana hasta que consiga lo que le resulte cómodo como individuo.
La compra de un termostato programable o inteligente puede ayudar a reducir el derroche de energía que se produce cada vez que uno hace ajustes manuales en la configuración de su bomba de calor con frecuencia. Los termostatos inteligentes van más allá y saben lo que le gusta a la gente, por lo que se ajustan automáticamente en función del estilo de vida del usuario, incluidas sus actividades y hábitos, como salir a dormir y despertarse, no solo para optimizar el confort, sino también para ahorrar energía a través de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC). Muchos termostatos inteligentes también ofrecen acceso remoto a través de aplicaciones móviles, lo que le permite controlar la configuración de su bomba de calor desde cualquier lugar con conexión a Internet. El uso de termostatos programables o inteligentes, combinado con el aprovechamiento de métodos ideales para ahorrar en el funcionamiento de la bomba de calor durante los periodos invernales, son por sí solos razones suficientes para que los usuarios finales no tengan que esforzarse demasiado para lograr el máximo confort mientras permanecen en casa durante las estaciones frías.
La disposición de su termostato puede afectar en gran medida al rendimiento y la eficiencia de su bomba de calor en invierno. Considere la posibilidad de colocar el termostato de su bomba de calor en una zona central o en un espacio abierto que no se vea afectado por la luz solar directa, las corrientes de aire y los electrodomésticos o aparatos electrónicos que producen calor. Coloque el termostato en una pared interior, ya que las paredes exteriores cambian fácilmente de temperatura, lo que afecta a las capacidades de la bomba de calor. Coloque el termostato a una altura aproximada de 1,5 m (5') sobre el suelo -aproximadamente a la altura de los ojos de los hombres- para poder medir con seguridad la temperatura en las principales zonas habitables de su casa. Estas directrices le ayudarán a mantener una temperatura constante en toda la casa, así como a mejorar su eficiencia y ahorrar energía durante los meses de invierno si se siguen correctamente.
Para que una bomba de calor funcione a pleno rendimiento en invierno, es necesario realizar un mantenimiento periódico y, si es necesario, actualizarla a los modelos más eficientes. Es conveniente que un profesional de la climatización venga a revisar su bomba de calor una vez al año. Esto debe hacerse antes de que empiece el periodo de calefacción. Esto implicaría limpiar o sustituir los filtros de aire, comprobar los niveles de refrigerante e inspeccionar las conexiones y los componentes eléctricos. Mantenga limpia de residuos, nieve, hielo, etc. la zona que rodea la unidad exterior de la bomba de calor, de modo que no se obstaculice el flujo de aire y no se dañe su mecanismo. Selle cualquier fuga en la envolvente de su vivienda que pueda provocar una pérdida de calor, además de ejercer presión sobre el sistema que calienta su casa. Preste atención a ventanas, puertas y enchufes, entre otros.
Si usted ha tenido su sistema de bomba de calor durante más de 10-15 años, entonces es el momento de pensar en conseguir uno nuevo que tiene una mayor calificación de eficiencia energética, ya que esto le ayudará a ahorrar aún más dinero cada mes en las facturas de servicios públicos, por ejemplo, las facturas de electricidad.Busque bombas de calor con alta relación estacional de eficiencia energética (SEER) y el factor de rendimiento estacional de calefacción (HSPF), que son indicativos de una mejor eficiencia energética. Si cuida siempre de su sistema de calefacción y aumenta su eficiencia energética cuando sea necesario, podrá garantizar un funcionamiento óptimo en invierno en todo momento, lo que le proporcionará un confort fiable y un ahorro significativo cada año.
Optimizar el rendimiento de su bomba de calor durante el invierno requiere un equilibrio entre confort y eficiencia energética. Conociendo el funcionamiento de su bomba de calor, aplicando los ajustes de temperatura ideales y adoptando estrategias de ahorro de energía, puede asegurarse de que su hogar permanezca cálido y confortable al tiempo que minimiza el consumo de energía. El mantenimiento regular, la colocación adecuada del termostato y la actualización a un modelo de alta eficiencia cuando sea necesario pueden mejorar aún más el rendimiento de su bomba de calor en invierno, lo que en última instancia conduce a un ahorro significativo de energía y costes.