A medida que el mundo intenta frenar las emisiones de carbono y promover una vida sostenible, las bombas de calor se han convertido en una alternativa convincente a los métodos tradicionales de calefacción de viviendas. A diferencia de los sistemas tradicionales que queman combustibles fósiles, las bombas de calor utilizan la energía renovable del medio ambiente, como el aire, el calor geotérmico o el agua, para calentar. Este método transfiere el calor de un lugar a otro de forma segura, su funcionamiento es barato y reduce el impacto ambiental.
Cómo funcionan las bombas de calor
Las bombas de calor utilizan un refrigerante con un punto de ebullición tan bajo como -30 a -40 °C (-22 a -40 °F). Incluso en invierno, absorbe el calor del exterior y lo transfiere al interior para calentar el edificio. En verano, algunas bombas de calor funcionan a la inversa, enfriando el edificio al expulsar el calor al exterior.
De los distintos tipos de bombas de calor, las más adecuadas para uso doméstico son las que absorben el calor del aire exterior. Utilizan ventiladores para insuflar aire caliente en el hogar o calentar agua para radiadores y calefacción por suelo radiante. Estas bombas de calor aerotérmicas también refrigeran en verano, por lo que son ideales para viviendas en climas cálidos. Otras bombas de calor utilizan el calor de tuberías enterradas o de masas de agua.
Eficiencia y conservación de la energía
Las presiones sobre el suministro de gas natural y la subida de los precios del gas han puesto la calefacción doméstica en el punto de mira de la eficiencia y la independencia energética. Aunque siguen utilizando electricidad, las bombas de calor son aproximadamente 30% más eficientes que los hornos tradicionales. El Departamento de Energía de EE.UU. calcula que un hogar puede ahorrar entre $200 y $1.300 al año, dependiendo del sistema que se sustituya. En Europa, donde el gas natural es la principal fuente de calefacción, el encarecimiento del gas supone un ahorro aún mayor para los usuarios de bombas de calor. La combinación de bombas de calor con energía solar o eólica puede reducir aún más las emisiones de carbono y crear sistemas aislados de la red.
Las bombas de calor no sólo son más baratas de mantener (sólo requieren una inspección profesional cada 3-5 años), sino que también son más seguras, fiables y duran más que los hornos tradicionales.
Desafíos
Aunque las bombas de calor tienen muchas ventajas, también presentan algunos inconvenientes. La más notable es el coste inicial, que puede ser el doble que el de un horno tradicional. Las bombas de calor aerotérmicas son las más asequibles, por lo que son las más adecuadas para uso residencial. En cambio, los sistemas geotérmicos y de agua requieren instalaciones exteriores más extensas, por lo que son más adecuados para grandes edificios de oficinas, industriales o de apartamentos.
En el pasado, las bombas de calor tenían dificultades para funcionar en climas fríos. Sin embargo, los últimos avances tecnológicos les han permitido funcionar eficazmente incluso a temperaturas tan bajas como -25 °C (-13 °F). También sigue preocupando la sostenibilidad de los refrigerantes utilizados.
Iniciativas gubernamentales
Los compromisos de los gobiernos con la neutralidad del carbono han dado lugar a diversos incentivos para animar a los hogares a adoptar tecnologías más eficientes. En Estados Unidos, los hogares de renta baja y media pueden recibir descuentos en aparatos eficientes como las bombas de calor. El Gobierno estadounidense también anunció en abril una subvención para promover la fabricación nacional de bombas de calor, con el objetivo de hacer más asequibles y accesibles las soluciones de energía limpia y aumentar al mismo tiempo la independencia energética del país.
Del mismo modo, la mayoría de los países europeos ofrecen subvenciones para la rehabilitación de viviendas con bombas de calor, y algunos de ellos también incluyen las viviendas nuevas en el ámbito de la subvención. Algunos países se disponen a prohibir el uso de hornos de gasóleo y gas en las viviendas nuevas de aquí a 2025.